Mestalla parece ser el lugar ideal para que el Real Madrid se olvide por un momento de sus internas, de la ventaja casi irremontable que le lleva el Barcelona y hasta de ver al Atlético de Madrid por encima suyo en la tabla de posiciones.
Hace cuatro temporadas que el Madrid no sabe lo que es perder con el Valencia en condición de visitante y por si fuera poco, ha convertido a Mestalla en el escenario propicio para desatar su furia goleadora, pues en sus últimos cuatro asaltos al estadio del conjunto “che”, los merengues acumulan 17 goles a favor, lo que le da una media de 4.25 tantos por encuentro, mejor que el promedio que alcanza en el Santiago Bernabeu.
Si bien esta no ha sido la mejor temporada del Valencia, otrora tercero en discordia y último campeón de España diferente al Barcelona o al Madrid, tampoco ha sido determinante el andar de los hoy dirigidos por Paco López para modificar el resultado final del enfrentamiento contra los merengues cuando los asturianos hacen las veces de locales. De los últimos 13 enfrentamientos, el conjunto de la capital ha logrado acumular ocho victorias, dos empates y tan solo tres derrotas.
Ayer no solamente el conjunto que dirige el portugués José Mourinho requirió de tan solo 45 minutos para sentenciar el partido, sino que además, estableció la mayor goleada en la historia de los enfrentamientos escenificados en la ciudad de Valencia con cinco goles – en la temporada 2010/2011 el Madrid había hecho 6 goles pero el Valencia anotó 3 – .
La paternidad de los blancos sobre los “che” es tan marcada, que con la derrota 0-5 de ayer, el Valencia configuró su peor racha de la historia contra el merengue en casa, al acumular cuatro derrotas consecutivas que incluyen la humillante goleada de la última fecha y un 3-6 hace dos temporadas.
Ahora los dirigidos por Paco López se encuentran ubicados en la séptima casilla de la tabla, por fuera de los puestos que dan cupo a competiciones europeas y con la desgracia de volver a tropezar con su pesadilla esta semana, en el partido de vuelta de la Copa del Rey, en la que ya perdió el primer enfrentamiento y con la moral por el piso después de ser vapuleados ante su público por un equipo del que hasta ayer, solo se hablaba de los problemas del técnico con sus dirigidos y de la salida en el verano de sus principales figuras por sentirse inconformes en la “casa blanca”.